El tantra y el placer de disfrutar la vida

Al pensar en la palabra tantra, ¿qué se te viene a la mente?. Tómate unos segundos y simplemente observa qué imágenes, pensamientos o palabras llegan a tu cabeza. 

Es muy común que las personas relacionen inmediatamente al tantra como algo obseno, sexual, pasional o erótico; pero si te dijera que no es así ¿qué pensarías?

Y no está mal que tengas esa percepción del tantra, pero hoy quiero compartirte mi visión desde lo que he experimentado y vivido en la formación de Tantra kriya yoga. 

El tantra visto como un placer hacia la vida y no hacia el sexo

La formación que estoy realizando en tantra ha sido una exploración hacia mí misma, pues cada práctica que he realizado ha sido un ejercicio individual. Sí, no han sido en parejas.

El tantra me ha invitado a disfrutar de mi vida, de mi respiración, de mis sentidos, de mi cuerpo, de quien SOY. 

Ya podrás estar concluyendo de que no se trata de algo meramente sexual. El tantra es energía, movimiento, danza y placer por la vida.

En el Tantra kriya yoga he logrado ver lo profundo de esta filosofía de vida que ha sido vendida de una manera difusa y transgiversada.

Impacto del tantra en la relación de pareja

Al trabajar de forma particular nuestro interior es que podemos expandir nuestra luz hacia los demás y esto ha sido un hermoso aprendizaje desde el tantra.

Con mi pareja lo hemos podido experimentar, ya que afortunadamente los dos estamos realizando la formación. 

Cuando tú cambias la percepción de lo que es energía,  sexualidad consciente, tantra, pasión y placer;  y tu pareja te acompaña en ese camino, es algo indescriptible.

Si bien en esta formación hemos trabajado de forma individual, en otros retiros, talleres y charlas que hemos estado, hemos realizado prácticas de tantra en pareja y eso también ha sido algo que ha marcado nuestra relación.

Los ejercicios en parejas no significa que sea sexo, lo aclaró porque puede que sea lo primero que se te venga a la mente.

El tantra en pareja tiene prácticas tan íntimas y profundas como  observar a los ojos a tu pareja por varios minutos, sentir su respiración, escuchar los latidos de su corazón, tener abrazos por largos minutos y más. 

Y créanme  que estas prácticas que acabo de mencionar a veces se les  olvida a algunas personas, ya que sólo se enfocan en el acto sexual y no sé dan ni un segundo  para ver y observar a su pareja, a ese ser que está al frente con el cual están entregando y recibiendo energía. 

A nosotros el tantra nos llevó a transformarnos de forma individual y como pareja y por eso hemos decidido compartir nuestra historia.

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